Confiar, creer y esperar

Confiar:
En un texto de lectura para la secundaria encontré una frase que decía: "Sea la palabra que des tan sagrada, que todos depositen en ti el valioso tesoro de su confianza". Vivimos en un medio donde reina la desconfianza por causa de la deslealtad, la falta de honradez y de buenos principios y pienso que por ello cuando se trata de compromisos o negocios la garantía es por medio de sellos, firmas, testigos, garantes y demás.

Recuerdo hace mucho tiempo, en los años de mi niñez a uno de mis tíos hermano de mi abuela materna; este solía hacer contratos de desyerbas, y colección de cosechas de café. Aveces le hacían anticipos, hasta de la mitad del contrato.

Y aunque parezca raro, dicho trabajo era para realizarlo varios meses despues. Expresiones como esta se oían en el momento de convenir acerca del contrato: "con personas como usted, don Pastor no se necesitan firmas ni testigos, por ello confiamos plenamente.

Que grato es encontrar personas en quien confiar, y aunque se halla multiplicado la maldad, siempre habrá quienes obren correctamente, y estos son los que temen a Dios. Los hijos del Eterno no solamente obran con rectitud, sino que saben confiar.
Hay un Ser especial que no solamente posee esta virtud, sino que capacita al hombre para ello.
El salmista David dice inspirado por el Espíritu Santo:
En paz me acostaré y así mismo dormiré; porque solo tu Señor, me haces vivir confiado. Salmos 4:8
En Ti confiaran los que conocen tu nombre, por cuanto tú, oh Señor, no desamparaste a los que te buscaron. Salmos 9:10
Leer Salmos 18:2, 4:5, 34:8, 34:22, 37:5, 44:6

Creer:
Y viene a mi memoria la anécdota del pastorcito mentiroso, quien de manera dramática alertaba que ahí venía el lobo y lo hacía con tal convencimiento, que los vecinos se aprestaban a socorrerlo; pero al llegar donde el pastorcito vieron que se trataba de un engaño. Quiso de nuevo repetir la misma hazaña gritando de manera despavorida que de nuevo venía el lobo, pero nadie acudió a su llamado: este había perdido la credibilidad... ya nadie creía en el.

La biblia nos habla de un hombre llamado el Padre de la fe, quien se constituyó en amigo de Dios; cuando se le habló acerca de su descendencia y de promesas muy lejanas, creyó a Dios y le fue contado por justicia. Génesis 15:6

El Señor Jesús nuestro Mesías, invitó a sus discípulos y a nosotros también a que creamos en El.
El que cree en mí, como dice la escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Juan 7:38
Acerca de creer Juan el apóstol escribe:
Pero estas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre. Juan 20:31

Esperar:
Esta noble virtud, la poseen pocos, y esos son los hijos de Dios. Para muchos la espera produce impaciencia y mucho más cuando se trata de alguien que no va a llegar. He oído que los ingleses son muy correctos en lo que a la puntualidad se refiere. En América latina muchos carecemos de esa preciosa cualidad... por ejemplo para realizar un viaje en grupo citamos a las personas una hora antes, para que coincida el horario con el momento de partida: Aunque parezca absurdo es una realidad en muchos lugares y en personas.

Pero que hermoso es esperar a alguien que no nos defrauda y la biblia nos da testimonio de esta gran verdad, por labios del rey David, cuando dice:
En ti esperaron nuestros padres; esperaron y tú los libraste. Salmos 22:4
Pablo el apóstol dice que la esperanza no avergüenza, por esta causa nosotros seguimos esperando a nuestro Redentor.
Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve ¿para que esperarlo? pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos. Romanos 8:24 y 25

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